Ser diseñador gráfico no es hacer dibujitos ni tener una computadora con Photoshop instalado (aunque algunos lo piensen), pero tampoco es simplemente haber estudiado unos años para tener un título que nos acredite como tal, por eso desde mi humilde posición me permito señalar una serie de ideas que yo creo básicas para el ejercicio del diseño gráfico a día de hoy y que pueden ayudarnos a ser mejores profesionales además de definir un poco más esta profesión a los jóvenes que se plantean iniciar sus estudios de diseño para el día de mañana ser profesionales del sector.
El diseño gráfico no es arte, ni los diseñadores gráficos artistas (almenos mientras ejercemos como diseñadores) y por tanto nuestro trabajo no será visto como una obra, sino como una manera de comunicar algo a alguien, y de nuestra reflexión, estudio y resolución dependerá que esa comunicación sea efectiva o no.
La computadora es solo una herramienta más y aunque nos facilita sobremanera el trabajo a los diseñadores gráficos, no deja de ser eso, una herramienta más, al igual que lo es el cutter, el lápiz, la impresora, el 3M, etc. Si confiamos en que la computadora o un software en concreto nos solucionará todos los problemas que surjan en un proyecto, el problema será mayúsculo y la creatividad escasa.
Las tendencias son un arma de doble filo, pueden servirnos de inspiración, pero basar un diseño única y exclusivamente en una tendencia pasajera hace de nuestro trabajo algo rapidamente perecedero. Se crítico con tu propio trabajo, no te quedes con la primera idea, busca, analiza y encuentra la mejor solución para cada proyecto.
El diseño no es bonito o feo, funciona o no funciona. Basar un diseño solo desde el punto de vista estético es caminar hacia el fracaso. El diseño gráfico debe identificar, informar y promocionar, analiza tu diseño y comprueba si cumple las necesidades y objetivos que después en la calle le serán reclamados.
Un diseñador gráfico no estudia y después trabaja, todo el que pretenda trabajar de manera eficaz debe seguir formándose día a día durante toda su vida laboral, de lo contrario en poco tiempo quedará desfasado.
El cliente no siempre tiene la razón y el no dársela cuando no la tiene hará que tus trabajos ganen en coherencia y el resultado final para el cliente sea mucho más efectivo. Incluso es mejor renunciar a un trabajo que realizarlo bajo unas premisas erróneas y predestinadas al fracaso, piensa que ese trabajo al fin y al cabo siempre será relacionado contigo y puede hacerte perder credibilidad ante otros posibles clientes.
Podríamos seguir ennumerando otras ideas básicas hasta aburrir, porqué como las meigas, "haberlas, haylas", pero estas 7 seguramente son las más rotundas y con las que la mayoría estarán deacuerdo, a partir de aquí muchas otras pueden generar debates que dejamos para que libremente expreséis en los comentarios y así podamos generar un debate muy muy enriquecedor.
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